miércoles, 10 de septiembre de 2008

Justo empate



El Agente 13

Él todo lo ve. Cuidate.


El empate fue lo más justo. Entre un equipo de "Nenas Lloronas" y otro de "Pechos Fríos" no se podía esperar otra cosa. Aunque "Los Pichi's" se reforzaron, ¡eh!. Trajeron a la Loba Bomaggio que está más para cuidar a los nietos que para ponerse los cortos, y a Máximo Cazenave que se cansó de fracasar en humildes clubes del ascenso. Entre los dos hicieron 3 goles pero no cuentan. Cuando se los hagan a un equipo de verdad hablamos.

El uno x uno:



JUAN ERRANDIS:
Algún sábado podés traer las manos, papá.

ALVARO PURGA: Lo mandan al muere poniéndolo de lateral. Saben que no puede jugar de 4. Ni de 3. Ni de 2. Ni de 6. Ni... Saben que no puede jugar.

MARTIN POGGI: Qué difícil se te hizo, nene. Tenías que marcar al viejito y metió 2 goles. Está bien que es medio complicado jugar con Alvaro de un lado y Peto del otro. Imaginate cuando te toque de compañero de zaga (LePegaConEl...) Diario Pitoni.

PETO CABALLEF: Yo no sé porqué no sigue la campaña de algún equipo de la Primera B así trabaja los sábados a la tarde también. Para juntar plata para el casamiento digo, no para que no venga más a jugar. Mal pensados.

JULEPE DICATARINA: Otra vez en un partido chivo y caliente arrugó. Se hizo el lesionado para que lo cambiaran.

BICIPOLICIA JIMENEZ: Un ejemplo de Fair Play. Solito, mano a mano con el improvisado arquero rival no quiso cancherear y hacerle un golazo al pobre pibe que pararon en el arco "los Pichi´s" y la tiró... ¡¡¡a la calle!!! Muy bien. Aprendan.

TANO RUBIERO: Lo que faltaba. ¡¡¡Un Tomasol!!!

MARIANITO RAMOS: No tenés códigos. Sabías quién estaba en el arco. Debiste hacer lo de tu compañero Jiménez.

MONO SPANTO: Jugó en una pierna. Por lo menos esta vez trajo una.

MATIAS PERONSINI: ¡¡¡Otro polifuncional nooooo!!!

CHULETA REMENTIRA: Mirá si tuviera cerebro.

PIPO MONTENEGRO: Un buen suplente.

ESTANI REBALDE: Cumplió. Se comió un gol abajo del arco.

GASTON PIETRAGALLO: Entró para hacer relaciones públicas. Se abrazó con uno, habló con otro. ¿La pelota? Ni cerca le pasó.

PASPADO LA PLACA: Cambio clave. Entró para dar vuelta el resultado. El mejor cambio que hicieron los de amarillo.

CHOLO JODDA: Tendría que haber entrado. ¿Entró? No lo ví.

FAUSTO BIAGGINI: Un buen pibe. Se cagó de frío para acompañar al cuñado.

LUCAS NOVO: Volvió para tomar cervezas en el banco. Esperá que haga calorcito.

JUNIOR FEDULIO: Se sacó la careta pero fue al pedo. Ya todos sabíamos quién armaba el equipo.

MARIA FEDULIO: Hizo lo que tendría que haber hecho hace tiempo. Quedarse en su casa, tirado en el sofá, mirando fútbol del bueno, con un licor en la mano, o vino, o cerveza, o...

AMNISTIA YA PARA EL PATO ESCASSO.

A13

lunes, 8 de septiembre de 2008

Oíd, mortales…

El grito sagrado

Comenzó el campeonato, pero no fue un comienzo más. El Equipo de los pibes brindó cátedra de esfuerzo, entusiasmo y amor propio. Se escapó por poquito.

“Iban quince minutos de partido, estábamos 3 a 0 abajo, un tipo menos y ni siquiera habíamos empezado a jugar…” dijo al término del partido Pipo Montenegro, delantero del ahora Ocio-Davobe. Así empezó todo, con un peludo de antología. Meta tiqui – tiqui los de amarillo, y nosotros que todavía nos estábamos saludando. Papelón, señores. Les dimos mucha ventaja, y la aprovecharon como si supieran lo que iría a pasar después.

Es que luego de los primeros cuarenta y cinco algo ocurrió, y la víctima principal fue Estudio Costas – Pichitúes.

Un tsunami Davobeano invadió el predio de la AJB y sacudió el marcador. Una remontada que pocas veces se ha visto en esos torneos. Una remontada que caracteriza al equipo de los pibes. Una remontada a la que los muchachos nos tienen acostumbrados.

Los diez tipos que vestían las camisetas rojas y negras empezaron a manejar el tiqui – tiqui, se metieron en el partido, jugaron al fútbol un ratito, más o menos veinte minutos, y dieron vuelta el resultado. Un papelón, señores. Pero esta vez el de ellos.

Desde afuera las caras de sorpresa eran cada vez más. Imaginate, no era para menos. Vas perdiendo por goleada, te bailan un rato, te miran de reojo con sonrisas altaneras, y de golpe le gritás cuatro veces Gol. Gol. Gol. Gol. Una hazaña que duró poco, eso también es verdad. Porque faltando dos minutos, un cabezazo milimétrico dejó las cosas empardadas. ¿Quién debe festejar?
De la reacción de los rivales no vamos a hablar, allá ellos, pero las caripelas de “El equipo de los pibes” dejaron entrever que un equipo ganador, campeón (la gilada saldrá a poner el “ex” adelante) y con mucho huevo, NO FESTEJA EMPATES.

Bien por vos

Bien por el Mono, que jugó con un tobillo casi enyesado.
Bien por Chuleta, que manejó su juego con altura y hasta mojó de tiro libre.
Bien por Martín, el nuevo zaguero central que la rompió. Ganó todo de arriba y manejó los tiempos del equipo.
Bien por Marianito, titular indiscutido. Golazo.
Bien por Patrulla que aún sin aire, siguió corriendo como en el minuto cero.
Bien por el equipo que en la peor, sacó lo mejor.

La Comisión