jueves, 25 de febrero de 2010

La ola verde



Está ofuscado. Se le nota en la cara.

Carpeta en mano, intenta modificar su equipo, pero no descarta la posibilidad de una renuncia.
La ola verde de transefencias: un mal necesario.



La directiva del verdiblanco está necesitada.
Las promesas proselitistas la obligan a cumplir, al menos, con alguno de sus proyectos. Por eso, la idea de culminar con las obras de los sanitarios de mujeres en el ala sur del Lulo La Placa va directamente vinculada con la venta de jugadores.

¿Por qué?
Porque con la venta de un arquero se comprarían los grifos; con la de un mediocampista rústico las mochilas de los inhodoros, y con la de un defensor cuasi asesino los azulejos de las duchas.

¿Quiénes se van?
Casi con seguridad, los tres ex Tomasoles volverán a sus pagos. De hecho, en la conferencia de prensa que se realizó luego del entreamiento, salieron juntos y declararon lo mismo: "Nos vamos muy contentos. Este club nos hizo crecer mucho" (en referencia a sus panzas).

Uno de los protagonistas de este exilio es Agustín "Tano" Rubiero. Un tipo querido y amigable que se ganó el respeto de sus compañeros y hasta jugó con la cinta de capitán en aquel tan duro triunfo frente a la Azul. Se va a terminar su carrera al equipo B de Palometas, pero prometió volver: "Voy a volver, de eso estoy seguro. Hernán me debe un Fernet y Patrulla un Paty. Por eso, voy a volver".

El otro jugador que armó el bolso para despedirse durante el apertura de 2010 es Luis Alaniz. Su paso fugaz por la institución no le impidió el reconocimiento de la Birra Brava ni tampoco el de los Pillines, las dos facciones que luchan por el manejo de las entradas.
Tiene un lugar en el granate y quiere aprovecharlo. "No tuve suerte. Me lesioné al principio de la temporada y después se me hizo dura la recuperación. Lamento no haber logrado mis objetivos: Quería meter 13 goles en dos partidos, pero bueno, no se pudo".

Y por último, Nacho Mazzochi. Su representante motivó la salida del arquero y facilitó su transferencia. "No puede ser suplente de Errandis, es una verguenza", dijo, y le encontró un espacio junto a sus compañeros en "las palomas".
Jugó tres partidos en el torneo de verano de Mendoza y tuvo dos intervenciones en el Clausura 2009. Y no defraudó. Por eso es verdad que merece un lugar bajo los tres palos y más continuidad. Pero también es verdad que sin su venta, no habría canillas. Nacho, mil gracias.

Hasta acá, los pases ya confirmados. Pero, ¿qué onda con Spahn? El Mono se va, es un hecho. Se lleva la ilusión de más de mil doscientos plateístas que se quedan sin un referente para putear. Se lleva el corazón de cada uno de los pibes de inferiores que lo iban a ver entrenar para saber qué era lo que NO debían hacer. Se lleva a "La estúpida", es jugada clásica que emula a "la boba" de D´Alessandro y que jamás le dio resultados. Se lleva, además, dos cartuchos de tinta color de la impresora del presidente; un juego de parrilla que le sacó al canchero; dos cervezas de la cantina, una de ellas sin gas; y por último, la camiseta número 10, que en cada match quiso usar y el DT se la dió siempre a Marianito.

Sorpresa:
En las últimas horas transcendió un noticia que le caería peor aún a los proyectos tácticos del Mr. Al parecer, un empresario regional se habría contactado con el representante de Giménez para tentarlo con una importante suma de dinero con tal de llevarlo a jugar al exterior. No por nada Patrulla se pasó el verano entrenando. Está en uno de sus mejores momentos y contempla la posibilidad de dejar al equipo de los pibes medio en bolas. Patrulla no debe olvidarse de que la comisión lo rescató de un pozo ciego donde había caído sin retorno alguno. Es triste, pero es así. Pablo Sebastián podría irse, y junto con él, la moral de sus compañeros.

¿Y los refuerzos?
Hasta ahora no hay nombres. La posibilidad de que Mariano Anido arrribe al club es nula. Ya firmó con Ciudadanos de Magdalena y comenzó la pretemporada allí. Para colmo, los hermanos Regueiro están muy conformes en el Club Social y Deportivo Quito y más aún sabiendo que todo su entorno deposita mucha confianza en ellos. Tras cartón, les pagan.
Tal vez por eso Fedullo quiere retomar las conversaciones con Juani Matthyz, un jugador importante que por estos días está distanciado del DT por pensar distinto. Hace tiempo que no se lo ve en los entrenamientos, pero sí en los boliches capitalinos. ¿Pordrá vovler a vestir la camiseta verde? Todo depende de las condiciones que imponga y hasta dónde podrían ser aceptadas.

Ésta es la realidad del equipo de los pibes. Una ola verde de transferencias que deja bien en claro que la economía del club ya no cotiza en bolsa.


La Comisión