miércoles, 30 de septiembre de 2009

Silencio Stampa

Entre algodones
Por Crisótopo La Plática, pidiendo pista

El equipo verdiblanco concentra en el hospital
con vistas al próximo partido.


Las lesiones y los dolores invaden la plantilla de Vidrios Mercedes-Dabove que esta semana trabajará de manera diferenciada para recuperar físicamente a sus figuras.

El ogro Gómez sufrió un desgarro el pasado jueves en el ensayo futbolístico ante Palometas y estaría out una semana más. Mientras que Álvaro Puga, que estuvo ausente el fin de semana pasado, también sería baja ya que cuenta con una posible hernia de disco en su columna. Lo que no se supo con claridad es si la lesión es una hernia de disco o si se herneó en el supermercado Disco haciendo las compras.

Hernán La Placa, quien no terminó el último partido de la mejor manera, estaría cuidándose para llegar en excelentes condiciones a la próxima fecha. Las empanadas previas al partido, sumadas a los dos Patys post-partido y las cervezas con gomitas que se devoró, lo habrían afectado estomacalmente y ésto le impediría entrenar en la semana.

El aguerrido defensor Matias Damele, sería duda para la próxima fecha en la que Vidrios Mercedes - Dabove enfrenta a Dist. Ludmarc. Sufrió fuertes golpes en su cabeza al jugarse la vida por salvar una pelota sobre la línea de gol, que terminó en un penal inexistente que detuvo Ferrandis.

Para colmo de males, en una de las últimas jugadas del partido sufrió una lesión en su tobillo derecho tras diputar una pelota dividida y, por esto, pondría en peligro la actuación de Terminator en el próximo cotejo.

Ayer por la noche el veterinario del plantel le aseguró a nuestro corresponsal, que el rústico zaguero llegaría con lo justo para el próximo sábado.


Para la próxima, La Comisión te cuenta cómo Vidrios Mercedes - Dabove combate los problemas económicos y se expande vendiendo su merchandising en Sudáfrica, país donde se va a realizar el próximo mundial y no entienden nada de fútbol. Por eso compran nuestra camiseta...

The Comíshon

lunes, 28 de septiembre de 2009



Esos son huevos

El Equipo de los pibes volvió a demostrar que está pensando seriamente en llegar al final del certamen con las ganas de repetir la experiencia de 2007: el campeonato



Ya lo hemos dicho en más de una oportunidad: este plantel de buena gente sabe que para llegar al final del torneo con chances de festejar el campeonato hay que poner huevo. Y así se presenta a cada partido. Podrán salir las cosas como las plantea Fedullo en los pizarrones, o no, pero a la hora de mostrar temperamento y garra, los verdiblancos no tienen deuda. Que venga ARBA y la chupe.

Contra Pipi siempre es especial. Es el equipo que todos quieren vencer. Sobran los motivos: Es el último campeón, juega bien, tiene jugadores de experiencia y respetables desde ese lugar. Los pibes, en cambio, juegan a ganar. Como sea. Hay que ganar. Esa frase es la que aparece en los ojos de los players cada vez que disputan una pelota o saborean una jugada de riesgo. Así.

Lo del sábado fue, entonces, un canto a la fuerza, al amor propio, a la tolerancia y a la paciencia. Con esas características se remontó un 0-2 que parecía nublar el camino pedregoso en el que transitaba el partido Vidrios Mercedes - Dabove.

El primer tiempo se cerró 0 a 0 porque tanto a Espinoza como a Marconi se les ocurrió tirar justo para el costado donde volcó Ferrandis, primero en el penal (perdón Negro por la falta de respeto) y luego en el mano a mano con el 9 Pipero. Pero también porque nuestros defensores sacaron todo: Peto mantuvo el orden, Matín ganó en casi todos los desbordes rivales, Matías Damele fue seguro y tenaz, y Pingata… emm… Pingata…

En el segundo tiempo los de Moner ganaron terreno y llegaron a conectar gracias al ex San Lorenzo con un cabezazo certero que dejó la pelota besando el poste de nuestro arco. Luego, con la tranquilidad de los goleadores, Marconi se desahogó poniendo en ventaja al bar por 2 goles. ¿Imposible de levantar? Éssssta.

Faltaba poco para el final. No quedaba tiempo para errores, pero sí para aciertos. Y también para que aparezcan los goleadores de raza como el inglés Bradbury Sheehan, el indomable, que venía haciendo un partido discreto, pero que en la primera que tuvo, aaaaadentro! Más tarde, una pelota en profundidad de Marianito Ramos en busca de la magia de Giménez, el omnipresente, estableció la parda entre los favoritos y dejó en claro que “El equipo de los pibes” va en busca de la presea dorada, allá por el mes de noviembre.

Gracias, gente, por motivar a los hinchas, por acercar cada día a más socios, por generar ingresos para terminar la platea norte, por hacer crecer a los chicos de las inferiores, por avalar el desarrollo de los deportes amateurs del club, por establecer fuerzas mancomunadas con las escuelitas rurales del norte argentino, y por el fútbol, ese deporte tan hermoso que practica muy bien Bar Lo de Pipi.



La Comisión

viernes, 25 de septiembre de 2009

El caso Puga

¿Qué onda, Tito?
Toda la verdad sobre el defensor de Vidrios Mercedes-Ocio
Por Crisótopo La Plática, eterno meritorio

Hace un tiempo me decidí a investigar a Álvaro Puga. Seguramente influenciado por la gran cantidad de mensajes que recibí en mi oficina pidiendo por favor que lo investigue. Al principio le resté importancia, pero al ver la insistencia de dichos mensajes me convencí de que había que saber cuáles eran los motivos de tanta machaca.

Veintiséis notas y 19 llamados telefónicos sirvieron para motivarme a que le diera comienzo a este recorrido que parecía no conducirme a ningún lado.
Obviamente que sabía por dónde tenía que comenzar, y fui a su lugar de origen: su casa. Nadie salió a atenderme, solamente su perro con aspecto de cansado me miró de reojo y siguió durmiendo. Un vecino se acercó y me dijo que adentro había gente, pero que no atienden a los periodistas ni a los que van a cobrar deudas.

Subí a mi Fiat Súper Europa a gas y me dirigí al Club Quilmas, donde dio sus primeros pasos como futbolista. Un predio de canchitas peladas donde algunos chicos pasaban sus horas corriendo atrás de la pelota. Parecía que todos habían desaparecido justo al ver al periodista, y ya esto comenzaba a generarme una intriga importante.
Me dirigí a buscar a quien seguro mas lo conocía, la señora del kiosco del club, pero ya se había ido, y quién sabe hacia donde.


Segundos antes de subirme a mi coche, una persona de aproximadamente 25 años se acercó y me preguntó si yo era quien estaba investigando a Álvaro Puga. De inmediato lo invité a subir a mi auto y comencé a interrogarlo. Parecía asustado, pero seguramente porque escondía algo importante. No me quiso dar su nombre, pero juró haber sido compañero de inferiores en Quilmes. De aquí en adelante voy a transcribir la conversación reveladora que tuve con quien, de ahora en más, será conocido como Testigo 1.


La Comisión: ¿Por qué nadie quiere hablar de Álvaro Puga?

Testigo 1: Porque hace un tiempo pasó algo raro... Yo jugué con él muchísimos años en este club, pero en el equipo “B”, cosa que demuestra que él no tenía nivel para llegar a jugar profesionalmente. Pero hubo un verano muy raro, en el que el volvió totalmente cambiado en cuanto a su físico... Más grande, más morrudo, como hinchado y de un momento a otro lo subieron a primera. De ahí fue vendido rápidamente a Farmacia Asenso para jugar en los campeonatos de Décima.

L C: O sea, volvió más gordo, ¿no? Pero ¿y qué hay de raro en todo eso?

T1: Y... Fíjate. Eso lo tenés que averiguar vos. Yo lo único que te puedo decir es que algo raro pasó ese verano. Si lo observás detenidamente no anda nunca sin remera, no cambia la camiseta en los partidos, hasta en verano y con muchísimo calor nunca se metía en la pileta. Ni siquiera con sus amigas ni se sacaba la remera. Es raro. Muy raro…

LC: ¿No le dará vergüenza por lo gordo?

T1: No, algo esconde.

LC: ¿Qué más sabés de ese verano?

T1: Yo ya no quiero comprometerme más en esta situación. Pero me acuerdo que varias veces vino a buscarlo un médico y cuando unos de los compañeros de equipo le preguntó dijo que era para un control sin importancia. Pero nada más que eso… Chau… No puedo hablar mas…

El testigo se fue. Abandonó mi auto robándome las monedas que siempre guardo para los peajes... Mi único testigo hasta el momento.

Ya llegando a la sede del club ubicado en calle 12, me encontré con su antiguo técnico de inferiores y de inmediato le comente que estaba buscando al profesional que realizaba los controles post entrenamiento a Álvaro. Como todas las personas con las que hablé anteriormente, parecían asustadas. Dio un apellido y se dio a la fuga.

Dr. Mangacha. Si. Hacia él había que ir. Dr Mangacha.

Averigüé dónde ubicarlo, pregunté en todos los hospitales, clínicas, y parecía no existir. Pero busqué en mi cartilla de Osde, la premedica a la me había asociado el Mono Spahn, y sí, ahí están todos los médicos (por eso debe ser que te arrancan la cabeza con la cuota).
Finalmente apareció el nombre de este Dr. y hacia su consultorio me dirigí. Lo esperé a la salida y me mandé con tono amenazador hacia él para interrogarlo. Necesitaba la verdad sobre el caso Puga. Pero de pronto, Mangacha salió corriendo como si hubiera visto un fantasma, sin darse cuenta que dejó caer una libreta de anotaciones.

Demasiados interrogantes… Sólo eso me deja esta investigación.

¿Qué esconde bajo su camiseta? ¿Por qué nadie quiere hablar sobre él? ¿Cómo siendo tan gordo llegó a jugar en el primer nivel del fútbol mercedino? ¿Por qué si era tan malo y jugaba en el equipo “B”, dio un salto tan rápido para llegar a primera? ¿Por qué come tanto en las picadas post partido y nunca lleva la billetera?
Estas preguntas y muchas más me generan tanta intriga como miedo.

Continuará…

martes, 22 de septiembre de 2009

Al día

Y un tiempo más tarde...
La Comisión retoma sus crónicas luego del apriete sufrido por parte de la Presidencia del Club.
La nueva ley de medios mete presión y La Comisión debe responder con creces. Siempre y cuando quiera seguir teniendo la licencia...
Mirá, te la hago cortita. Resulta que en la primera fecha tiki tiki, vamos para allá, venite para acá, y no va que Patrulla le pegó y gol. Y después, Patrulla le volvió a pegar y gol. Sí, así de sencillo, como los billetes de $2. De esos que escasean por culpa de un tal Weich. Pablo Jiménez, ese que se escribe con “J” o con “G”, no importa, arrancó el championship con todo. Bueno, en realidad después vino el penal para ellos y descontaron, pero, chupala, les ganamos igual. En resúmen: El equipo de los pibes 2, el equipo de los viejos 1.

Después vino la segunda fecha y resulta que tiki tiki, vamos para allá, venite para acá, y no va que sobre la hora apareció el foráneo Axel Sheehan y nos regaló tres punto de oro… ¡Mamá!, qué partidito sacamos de la galera.

Hasta acá, dos jugados, dos ganados.

Lo que pasó luego no tiene mucho para contar; esto de quedar libres rompe soberanamente las pelotas, pero es así, no hay vuleta.

Claro, siete días después teníamos que enfrentar al temible (¿?) Calabria. Yo no sé qué pasa con estos pibes. Tienen buen equipo, pero ni siquiera llegaban a 11 y decidieron no presentarse para enfrentarnos en la tercera fecha. Alto garrón, loco. Otra semana más sin fútbol. Lo positivo es que ganamos los tres puntos y no tuvimos amonestados. Hay que tratar, a veces, de verle al vaso la mitad llena. Llena de alcohol.
Y si, porque en medio de todo esto perdimos a un soldado. Justo que se había ganado la titularidad (Juli Dica promete volver, pero mientras tanto…) y el pelotudo se pira a Barcelona. No es que lo hayan contratado de algún club importante en la madre Patria, sino que se va a investigar no sé qué poronga de los estreptococos y todos sus derivados. Sin duda alguna, hermano Chino Zunino, desde este país bananero te vamos a extrañar.

Ahora la cabeza está puesta en el denominado “Partido del Año”. Si contra Pipi se califica así a semejante evento, lo que habrán dicho en Europa del enfrentamiento entre Inter y Barcelona!
En fin, los pibes arrancaron bien. Sumaron de manera ideal y ahora están en la cima de la tabla. Ojalá se den cuenta de que este segundo semestre del año está de su lado. Digo. Una oportunidad para no dejar escapar.
No te pierdas la próxima publicación: El caso Puga, una producción de Crisótopo La Plática, el joven periodista que busca por todos los medios, pasar a planta permanente.

La Comisión.