Sinfonía de goles
Ocio - Dabove presentó un equipo alternativo y superó
con comodidad a los Abogados.
La historia la escriben los que ganan. Por eso volvemos.
Tarde gris en la ciudad. Ya lo dice el Bahiano. Así se presentaba la disputa de una nueva fecha de la AJB, luego de unas Olimpíadas de no sabemos todavía qué carajo, y dejando atrás la primera jornada libre de "El equipo de los pibes". Cancha embarrada. Lluvia. Hinchas adentro de los autos. Frío. Algunos de los ingredientes del último sábado. Una vuelta a la calma después de la novela crítica que vivió el plantel tras una crisis institucional enmarcada en malos resultados y poco temple. No sabemos qué quiere decir "temple", pero quedó bueno.
El rojinegro venía de empatar 1 a 1 contra Subigaray y el oponente se presentaba luego de una goleada contundente a sus clásicos rivales. Panorama desfavorable si los hay.
Allí estaban los muchachos, reunidos en la charla técnica, cerca del círculo central, donde la premisa reinante fue "Jugar al fútbol..." Nada de puteríos ni gritos ensordecedores hacia los propios compañeros. Parecía que con esa iniciativa la crísis sufrida en jornadas anteriores podía ser arrollada. Las palabras del Capitán Peto fueron contundentes: "Nada de boludeces. Ganemos esto rapidito y vámonos a casa", dijo, emulando a Micky, el entrenador de Rocky III antes del combate final con Mario Barakus.
Pero lo más importante en materia futbolística salió de boca de Pipo JungleBlack: "Chicos, hay dos de estos que tienen Fotolog, el resto ni siquiera computadoras tienen. Tenemos que ganar". Muy sabio. Un adelantado. La genialidad a la orden del día.
El desarrollo del partido se dio en condiciones normales, más allá del viento que rompía bastante las pelotas. Sobre todo porque en la primera parte jugaba en contra de los Daboveanos. Fué la promesa de 2008 quien abrió el marcador. El ex Rancheros de Puerto Pirámides, Matías Peroncini, conectó un pase a la red (qué frase hecha tan pelotuda) y puso las cosas 1 a 0 cuando más trabado estaba el encuentro, ayudado por un mágico pase de Cabachieff -ahora que me regaló el buso de Caranta tengo que adularlo-.
Luego llegó la igualdad y, más tarde, el gol de Pipo, que bajo una configuración de 800 x 600 para una placa Gforce con memoria DDR más 3 megas de velocidad puso las cosas 2 a 1 antes del descanzo.
Lo que siguió fue un monólogo del delantero/motociclista de Ocio Dabove. Metió cuatro en total (uno de ellos de penal) y se consagró entre los goleadores del certámen con cinco anotaciones en total.
Párrafo aparte para el Paspado La Placa que asumió la responsabilidad de suplantar al Mono Spahn (sigue lesionado y no se da cuenta) y convirtió el 6to de manera exquicita. Los hinchas salieron de los autos y festejaron con gritos y aplausos la obtención de Hernán, que había convertido por útima vez en un entrenamiento de escuelita de Baby Fútbol en el año 91.
Luego, a esperar el final. Fué 6 a 1. Fue contundente. Fue autoritario. Fué una fecha para recordar y tener presente, el próximo sábado, ante los punteros.
La Comisión